lunes, 14 de enero de 2008

carta de la vida




¡Hola!, me conoces. Me llamo Vida, sí, soy tu Vida. Soy muy hermosa. ¿Lo sabías?.

Observa la Naturaleza. Tiene un encanto especial para cada momento. De día puedes ver una gran antorcha que nunca se apaga para darte luz clara y ves un azul que nunca se termina.

Ves unas nubes inquietas que te entretienen corriendo de aquí para allá. Ves las plantas que en su sencilla manera de vivir te gritan a viva voz que aún en ellas el Creador está presente y les da infinito valor, pues te proveen oxígeno. De noche ves miles de lucecitas en el firmamento, las estrellas, para que recuerdes que aún estando en tus momentos oscuros, existe una esperanza de Luz. Los días de lluvia también tienen su encanto.

Cada gotita de agua de Cielo lleva en sí grandes bendiciones que bajan directamente del Hogar de Dios.

Esos truenos que a veces te asustan, se asemejan y te recuerdan a la voz de Dios. Así entiendes que Él es Grande y Soberano.

El arcoiris seguro te parece bello y es aún más hermoso cuando entiendes que no es un simple arco de colores, sino que es una promesa que quien la hizo, la ha cumplido por millones de años y la seguirá cumpliendo.

¿Qué te parece el mar? ¿Y la luna, las montañas? ¿Qué piensas de las flores? ¿Verdad que son hermosas todas estas cosas?.

Cada una de ellas tiene algo bello que ofrecerte. Ahora mírate a ti. Examínate.

¿No te parece grandioso que tu cuerpo material posea un aliento de Vida? También es lindo el hecho de que tú eres tú mismo y no la copia de otra persona. Eres único en el Universo entero, por eso eres tan inmensamente importante. ¡Sólo tú eres tú!.

Ninguno de los millones de millones de seres que han tenido Vida en toda la historia y los que en el futuro la tendrán, es semejante a ti. Impresionante, ¿verdad?.

Tienes hermosas cualidades y hasta hermosos defectos que te hacen ser tú y te hacen tan especial y distinto. Si fueras perfecto, no existirías. Por eso es hermoso tener defectos. Es cierto que puedes modificar tu manera de ser, pero nunca pretender ser perfecto. sólo hay un Ser Perfecto y es el Señor del Universo.

Ahora entiendes, ¡qué bueno que eres como eres!.

Observa además que todos los órganos de tu cuerpo funcionan por sí solos sin necesidad de que tú los fuerces o los motives. Cada órgano sabe, sin tener conocimiento, qué es lo que tiene que hacer y cómo hacerlo. ¡Es maravilloso!.

Gracias a Dios que Él es el que hace esto por ti.

Soy hermosa también por los buenos sentimientos y las alegrías, pero también por el sufrimiento y la desdicha. Si no hubiera dolor, la felicidad no sería. Si no existiera el llanto, ¿qué encanto tendría el sonreir?.

Además, tú sabes que cada cosa que te sucede es por algún propósito especial. Muchas veces te sucede algo que te hace sufrir y pasado el tiempo, comprendes el motivo, aprendes algo nuevo para tu beneficio y hasta agradeces que haya pasado. Todas las cosas te ayudan a bien. Y es otra razón más para que veas que soy hermosa. Siempre mira el lado positivo de las cosas, aún de las más difíciles de sobrellevar. En cada una verás al Señor.

Él quiere lo mejor para ti. Si alguna vez fracasas, ten la seguridad de que ésa no es la puerta por la que debes entrar o tal vez no es el momento. Siempre encontrarás alguna puerta abierta.

¡Qué hermosa es tu Vida que te da la oportunidad de aprender hasta en los momentos más amargos!.

No lo olvides: siempre, después de la lluvia, sale el sol para formar el prometido arcoiris. Cada cosa que te sucede, tiene su lado positivo. Mira a tu alrededor, no estás solo. Cuentas con el aprecio y cariño de otras personas. Eres de valor para ellos. Aprende a apreciar las cosas tan simples que tienes a tu alrededor, pero que son tan grandes.

Mira los niños con esa inocencia tan pura y esas energías de Vida; los adolescentes que luchan y se esfuerzan por aprender a ser adultos. Mira las ilusiones y los sueños de los jóvenes, los trabajos y esfuerzos de los adultos, la sabiduría y serenidad de los ancianos. Mírate tú otra vez. Has llegado hasta el día de hoy pasando por caminos anchos y otros estrechos y sigues en pie.

Mira el Cielo. En ese profundo azul hay Ángeles que velan por ti. Más aún, allá arriba hay Amor, un Gran Amor. Lo más hermoso que hay en tu Vida, es que eres muy amado.

Por eso vives lo que vives, por eso eres quien eres. Tan inmenso es el Amor de Dios, que su Único Hijo, Jesucristo, padeció por ti. Tan profundo es su amor que Él te está esperando en una Morada Celestial.

¿No crees que hay infinitas razones para ver, comprender y sentir que la Vida que tienes es Bella y de Incalculable Valor?. Esta Vida tan maravillosa la vives porque la Vida misma te dió el regalo de la Vida. Dios te da el regalo de Vida.

Ahora vive, pero vive feliz. Vive para Él y en Él.

Aprende a ser agradecido. Es lo menos que puedes hacer por todo lo que se te ha dado. Sin Él, entonces nada tendría sentido. Mírame a mí. Yo soy tu Vida y te sonrío. Sonríeme tú a mí.

¿Aún seguirás quejándote de mí por pequeñeces?, ¡No!.

Ahora puedes gritar con todo tu Aliento de Vida: "¡Qué bello es vivir!".